Analogías de la realidad
2022 Museo de arte contemporáneo - Santiago, Chile
Analogías de la realidad tiene varias lecturas, unas desde abajo y otras desde arriba.
Un camión antidisturbios a escala real, de los que lanzan agua contra los manifestantes, se desestabiliza con un basural de electrodomésticos viejos y oxidados, techumbres oxidadas. Al tener escombro el agua se posan los guacamayos.
Es un carro que puede estar en cualquier lado del mundo, aludiendo al absurdo de la violencia humana, que busca visualizar la autodestrucción de nuestra especie. Es una obra que tiene que ver con la condición humana y sus relaciones con el egoísmo, el sobreconsumo, el individualismo que define a un depredador de todo lo que le puede rodear: ideas, naturaleza e incluso la libertad. El artista busca representar la violencia desmesurada, desde simbólica hasta física, en los carros lanzaaguas.
Si subimos y admiramos la monumental instalación desde lo alto, no solo hallaremos otro significado, sino que podremos apreciar dos guacamayos, aves extintas, como fantasmas que se detienen sobre la misma máquina que los destruyó. Así, el artista juega con la interrelación de la depredación humana versus la fauna silvestre.
A esta escultura se añaden dos trabajos realizados en 2007: El hombre en su átomo y La cocinera son dos versiones (o perversiones) de cuadros de Vermeer. En el primer caso, un personaje rodeado por figuras de películas infantiles proyecta sobre papel sus delirios nucleares, y en el segundo, una mujer se afana en una cocina sitiada por un muñeco diabólico mientras por la ventana se vislumbra un paisaje industrial distópico. Ambas obras son fotografías de dioramas, estableciendo, en este caso y por contraste, unas “disimilitudes de la realidad” y un diálogo a gritos con la historia del arte. Incluir estas dos obras busca ironizar un modelo preestablecido que se repite a través de la historia en relación con la depredación y la devastación.
*Esta obra se exhibió en paralelo con Fragmentos de un impacto (ver página XX)
Texto: Juan José Santos
Obra financiada por Ley de Donaciones Culturales:
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